La Planetary Health es uno de los posibles discursos sobre cómo deberíamos pensar la salud en el siglo XXI. Inicialmente, era común pensar en la salud desde la perspectiva del individuo y por consiguiente como la mera ausencia de enfermedad. Dando un paso importantísimo se avanzó hasta el concepto de Salud Pública incorporando la interrelación entre las personas, así como las exposiciones de las personas a los contaminantes ambientales y los riesgos laborales como una característica de cómo organizamos y regulamos la sociedad. Con la Salud Pública, el bienestar se convirtió en una empresa colectiva. La Salud Pública evolucionó al tomar en cuenta que los factores socioeconómicos son determinantes centrales de los resultados de salud y que la riqueza y la salud están conectadas, por consiguiente la salud difiere entre los pueblos, así nace la Global Health. Con la incorporación al concepto de salud de diferentes entornos biológicos y ecosistemas se alcanza el modelo One Health. El concepto de One health se define como “los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas (personal médico, veterinario, investigador, etc.) que trabajan local, nacional y globalmente para lograr una salud óptima para las personas, los animales y nuestro medio ambiente”.
La Planetary Health lleva esta deslocalización de la salud un paso más allá. Haciendo referencia a la Comisión Rockefeller-Lancet, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático reconoce que “la salud humana y la salud de nuestro planeta están intrínsecamente vinculadas, y que nuestra civilización depende de la salud humana, los ecosistemas naturales con buena salud y la sabia administración de los recursos naturales. ” La Planetary Health va más allá de interrumpir la propagación de patógenos de los animales a las personas y viceversa. La PH va más allá de la búsqueda de la equidad en la atención médica. La PH reconoce la salud del planeta como un sistema, y que incluso sus componentes no vivos están envueltos en ese estado de bienestar o enfermedad; dando un papel preponderante a los aspectos culturales, políticos y económicos.
La atención sanitaria se acercará cada vez más a las personas en su propio entorno, la tecnología lo facilita y un análisis costo eficiente tanto desde el punto de vista meramente económico como emocional lo ratifica. No podemos mejorar la PX de las personas con tan solo unos mínimos inputs en el proceso vital de las mismas. La integración del cuidado en muchos más momentos nos facilitará la conectividad necesaria para establecer lazos firmes con las personas e incidir así en las experiencias que se tienen.